PRIMEROS PASOS

Después de mucho meditarlo, me he decidido a crear este blog para, a través de este medio, poder plasmar mis impresiones sobre algunos aspectos o hacer comentarios de quellas cosas que nos rodean. Aquello que atrae nuestra atención y nos hace pensar.

Os contaré... Un abrazo

7 de octubre de 2015

DICCION


La mayoría de los actores y actrices españoles de la actualidad, creo que tienen una mala dicción.  Hablan precipitadamente y sin ninguna entonación.  


Por eso, porque estoy totalmente de acuerdo con lo que expresa, transcribo un artículo escrito por César Casal en el periódico "La Voz de Galicia" del pasado día 17 de Septiembre:



"LA DICCION DE LOS ACTORES"


"Vale que le pase a los políticos. ¿Pero se han dado cuenta cómo los actores y actrices españoles han ido perdiendo calidad en la dicción?. Fíjense. Cada vez hay más artistas de la escena que tienen poco de artistas del lenguaje. En vez de bordar los diálogos, de mezclarlos en su punto justo con los sentimientos, para transmitir lo que diga el guión (pena, alegría, tristeza, euforia, amor...), lo único que hacen es atropellar las palabras. Se tragan vocales. Se saltan las pausas, no dejan respirar al silencio. Entre los que no saben vocalizar y pronunciar bien, hay supuestas estrellas de nuestro cine y de nuestra televisión. Y es que cada vez hablamos menos y peor. Solo nos dedicamos a teclear en las pantallitas y así nos va. De tanto abreviar con los teclados, recortamos también al expresarnos. Y así estamos convirtiendo a uno de los idiomas más bonitos, el castellano, en un habla de aluvión de relleno. Un espanto. Hace poco lo decía Rafael Alvarez, "El Brujo", uno de los grandes . Un actor que todavía sabe cómo encabalgar lo que cuenta un texto con el sentimiento que transmite. Y recordaba con razón que si pones películas de hace unos años del cine español alucinas con la diferencia. Antes, Fernán Gómez o Paco Rabal o José Sacristán sabían tocar música con las palabras. No se tragaban ni una coma. Conocían el arte de entonar con la fuerza justa para que el patio de butacas de un teatro se conmoviese, también los de la última fila. Qué voz la de José María Rodero. Y hora tenemos a un montón de chiquillos que parece que hablan como si se hubiesen tragado un sapo con un petardo dentro a punto de estallar.Actores y actrices que justifican su mala dicción en su origen u otra comunidad. No es un problema de nacimiento. Es un problema de falta de arte."



Lo comparto porque, en mi opinión, tiene toda la razón.