PRIMEROS PASOS

Después de mucho meditarlo, me he decidido a crear este blog para, a través de este medio, poder plasmar mis impresiones sobre algunos aspectos o hacer comentarios de quellas cosas que nos rodean. Aquello que atrae nuestra atención y nos hace pensar.

Os contaré... Un abrazo

26 de junio de 2013

ABANICO

La suave "brisa" del abanico nos permite un pequeño respiro en los momentos de calor.

Procedente de China, el abanico es un bonito accesorio que, a pesar del tiempo, siempre sigue estando de moda.

Años atrás, era utilizado tanto por hombres como por mujeres.Los hombres llevaban uno pequeñito en el bolsillo. Es a principios del siglo XX cuando se vuelve exclusivo para las damas, aunque también hay hombres que lo usan en la actualidad.

Su época de grandeza aconteció durante los reinados de Luis XIV y Luis XV. Para las damas de aquellos tiempos, el abanico era imprescindible.Fabricados con verdadero lujo, algunos lucían piedras preciosas y oro e incluso se realizaban con telas italianas (consideradas las más lujosas del mundo). Los pintores más importantes del momento,pintaban acuarelas e incluso sus varillas se fabricaban con marfil o nácar.

Con el siglo XVIII vino su triunfo. Se fabricaban para todo tipo de ocasiones como, por ejemplo, pintados en blanco, negro y gris para lutos. Incluso se impregnaban de perfume para que al abanicarse el aroma envolviese el ambiente.

Fue muy importante en la historia del flirteo. Las mujeres tenían que acudir a los bailes acompañadas de su madre o de una señorita de compañía para vigilar su comportamiento. Por ello, tuvieron que idear una forma para comunicarse discretamente con sus pretendientes y de ahí surgió el famoso "Lenguaje del abanico".De esta manera, podían hacer confidencias de una manera discreta.

RENOIR
 


La reina Isabel de Farnesio dejó al morir una colección de más de mil seiscientos abanicos.

La reina María Antonieta los regalaba a sus más íntimas amigas.

La Emperatriz Sissi, cercana a los 40 años, no soportaba que nadie la fotografiara y siempre llevaba un gran abanico para cubrirse la cara .


También fue pieza clave en la obra de Oscar Wilde "El abanico de Lady Windermere".

 

 


Tu abanico es mariposa
que en tu mano se posó
porque en su vuelo otra rosa
más bonita no encontró
Hermanos Alvarez Quintero