PRIMEROS PASOS

Después de mucho meditarlo, me he decidido a crear este blog para, a través de este medio, poder plasmar mis impresiones sobre algunos aspectos o hacer comentarios de quellas cosas que nos rodean. Aquello que atrae nuestra atención y nos hace pensar.

Os contaré... Un abrazo

2 de enero de 2011

UN NUEVO AÑO


Comenzamos un nuevo año. Nuevas ilusiones, grandes esperanzas y,como siempre, buenos propósitos que,seguramente, no serán todos cumplidos. Esperando que,al menos, sea igual o un poquito mejor que el anterior. Que haya salud, suerte y felicidad. ¡¡Demasiado!!... Pero los años van pasando y vas agradeciendo el seguir en este mundo, el seguir contando con esos buenos amigos que te recuerdan y te felicitan con tanto cariño, con la linda familia que te quiere y te apoya. Ya hemos pasado otra Navidad, llorando en silencio al ver esa "silla vacia" que nunca más será ocupada. Hemos adornado la casa para que se note que queremos estar alegres y optimistas y que, al menos durante esos días, hemos tratado de dejar en un rinconcito los sinsabores, las amarguras de la vida. Seguro que el 2011 será fantástico para todos. No habrá guerras,nadie pasará hambre, no habrá malos tratos, no habrá más niños abandonados...¡¡un mundo feliz!!. Al menos os deseo a todos un montón de dicha. Que todo sean sonrisas.

2 comentarios:

  1. Tus deseos son fenomenales pero aún a nuestro pesar, el hambre, las guerras y ese largo etc.difícilmente dejaremos de verlo. Pero vamos a ser optimistas y soñemos.
    La silla vacia efectivamente nunca la llenaremos, ni olvidaremos, pero llegan nuevos seres a la familia con tenura, sonrisas que a su vez nos hacen reir y "olvidar" las penas. Maribel

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  2. Ante todo, " Felíz Navidad ". Efectivamente, tengamos por seguro que la silla o sillas vacias las hay en todas las familias. Como todos sabemos no existe la felicidad completa. Cuando las cosas van caminando, (llegan vidas nuevas que nos hacen babear de emoción, van saliendo las cosillas un poquito bién ), aparecen duendecillos que la lían y, por lo tanto, vuelve el revuelto que nos podamos imaginar al seno de las familias para que las historias vuelvan a empezar. Yo creo que es un ciclo pero, que coño, por esto no vamos a dejar de celebrar la Navidad aunque sea con una tortilla a la española eso sí, con mucho huevo y un poco de vino. Dejemos que los duendecillos sean felíces por un tiempo. Viva la Navidad. Recordemos a los que faltan siempre.

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