La polémica está servida. Cataluña ha dicho "No" a las corridas de toros. Alegría para los detractores y tristeza y enfado para los que están a favor. Por mi parte,aunque me considero demócrata y ante todo respeto la voluntad de cada cual, tengo que declararme totalmente en contra de este tipo de "fiestas". El sufrimiento inútil no me gusta, aplaudir por ver derramar sangre y gritar ¡olé! por ver como se recrean quitando sádicamente la vida a un animal, tampoco me llama la atención. Tampoco comprendo el llamar "maestro" a una persona que se dedica a este menester y que se convierte en héroe cuando la víctima se desangra y lanza su último suspiro. Alza con orgullo su gran trofeo mientras da gozoso una vuelta al ruedo. No les importa sufrir percances. Una vez pasado el susto,vuelven a lo mismo. Siempre habrá toros para el sacrificio que les permitan volver a "lucirse". Mi máximo respeto para los forofos de esta fiesta, pero a mí no me causa ninguna diversión ver sufrir animales. Perdón por mi sinceridad.
Vivimos en un país con democrácia, por lo que no se debe prohibir esta fiesta. El que no quiera ver estos eventos que no vaya. Sin embargo, yo prohibiría el encierro de los San Fermínes por considerarlos un peligro real contra la vida humana. Casi todos los años muere alguien estúpidamente ó en el mejor de los casos acaban heridos; las causas, por el alcohol, falta de descanso, ó por exceso de gente que impide moverse bién en la carrera. Las corridas de toros las dejaría pero....en fín todas los actos de las fiestas de los pueblos que conlleven reirse o correr delante de un toro que te puede matar, prohibido. Cambiemos las malas tradiciones. País este.
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