A través de sus líneas, vemos como un joven estudiante enamorado quiere asistir al baile con su amada , pero ella le dice que para aceptar tiene que entregarle una rosa roja, a pesar de estar en el invierno.
El estudiante no encuentra una rosa así en su jardín por lo que se tira al suelo lleno de tristeza. Un ruiseñor que estaba cerca escuchó sus sollozos y quiso ayudarlo. Fue por todo el bosque hasta encontrar un rosal. No había ninguna rosa roja. La única forma de conseguirla, era cantando toda la noche a la luz de la luna, clavándose una espina en lo más profundo de su corazón . Así se formaría la rosa roja. Mientras cantaba,el pajarillo murio.
Al día siguiente, el joven se encontró con la rosa y acudió presuroso a entregársela a su amor, pero ella lo rechazó pues le dijo que antes había llegado otro joven que le había regalado hermosas perlas y pensaba que no tenía comparación el valor de unos joyas con el de una simple rosa roja.
Un bonito cuento que resalta el valor de las cosas sencillas, así como el materialismo, al preferir algo valioso a una flor y la solidaridad y el sacrificio del ruiseñor al perder su vida por hacer feliz a otro.
Muy bonito Amalia. Precioso relato. En estos tiempos carentes de amor, respeto y solidaridad con los que sufren,vendría de perlas aprender una lección así
ResponderEliminarAmalia, mi incanta quello che hai scritto. La storia dell'usignolo somiglia molto alla storia di Gesù che dona il suo sangue per fare felici noi. Un abbraccio
ResponderEliminarParadela, nos da una lección de buenos sentimientos hacia los demás. Un besiño y gracias.
ResponderEliminarMartina, tienes razón. Es muy bonito saber que hay quien se sacrifica por otros. Recibe mi recuerdo y un beso grande.
ResponderEliminarPues me resulta extraño porque las mujeres no sois interesadas ;)
ResponderEliminarUn beso.
Juan Ignacio,no todas. En mi caso, hubiera preferido la flor.
ResponderEliminarUn beso
Bonita historia de Oscar Wilde. Que pena que ya no se cultiven estos valores desde la niñez.
ResponderEliminarMIGUEL ANGEL: siempre me ha gustado Oscar Wilde. Desde niña.
ResponderEliminarMuchos besiños.