¡¡Qué agradable me resulta el aroma de un café recién hecho!!. Notar la casa envuelta con su olor. Sentirme relajada por unos minutos saboreando una tacita, pensando en mil cosas que me devuelven a un pasado entrañable.
Delicioso y estimulante. Incluso hay estudios que sustentan que es bueno para el cerebro. Saborerarlo despacio y pensar que, estas pequeñas cosas, ayudan a que la vida sea más agradable.
¡¡Cuántas tacitas habrán sido testigos de acontecimientos en mi vida!!...
Según parece, el actor Clark Gable decía: "Nunca sonrío hasta que no me he tomado una taza de café".
A veces, con algo sencillo, se puede conseguir un poquito de felicidad.