Adios, ALMA. Eras tan buena y cariñosa que te vamos a echar mucho de menos.
Aunque no eras nuestra, te ponías muy contenta al vernos y era muy lindo acariciarte.
Sepas que no he podido evitar la emoción al recibir la noticia .
Y, cuando vuelva a tu casa, voy a notar mucho tu ausencia.
Aquí dejo mi pequeño homenaje para ti. Ten por seguro que no te olvidaremos.