IMAGEN TOMADA DE INTERNET |
No he tenido la fortuna de conocer a mis abuelos.
Por desgracia, murieron siendo aún jóvenes.
Podría haber tenido la suerte de sentir el
cariño de mi abuela materna pero una
enfermedad se la llevó unos tres meses antes de mi nacimiento.
Cada vez que alguno de mis amigos hablaba de
sus abuelos, yo sentía una sensación de tristeza por no poder hacer lo mismo.
Mala suerte no abrazarlos nunca, ni ver sus
rostros, ni sentir sus caricias, ni escuchar su voz...
Sólo existe una foto de mi abuela Andrea (un
nombre que me gusta mucho). En aquellos años no había la facilidad de hoy en
día para obtener muchas imágenes así
que la conservo como un tesoro. Un bello
recuerdo.
Me gusta la dulzura de su cara y la bondad que transmiten sus ojos.
A pesar de no haberlos tenido nunca cerca,
tengo un gran sentimiento de cariño hacia todos mis abuelos. Sé que todos fueron unas grandes personas
y unos luchadores .
Y todavía me emociono al recordar a mi padre
hablando de su madre. Cada vez que lo hacía , sus ojos se llenaban de lágrimas.
Mi abuela Enriqueta murió con 36 años un día 31 de Diciembre.
Sí conocí a mi bisabuela Amalia. Ha dejado en mi vida una huella imborrable.
Siempre la recordaré con su abriguito negro y su
moñito tirante, disfrutando de la tacita
de caldo de cocido que hacía mi madre y que tanto le gustaba. Y de esas
aceitunas tan deliciosas que traía mi padre de Sevilla...
Le gustaba ir al cine del barrio para ver
películas españolas. Alguna, las veía más de una vez.
Jamás utilizaba el ascensor. Subía, poquito a poco las escaleras y
apenas se cansaba.
Un día nos dijo: "esta noche morí y resucité"...
Recordar a personas tan entrañables es muy
hermoso. Pasan los años, pasa la vida...
Y, sin embargo, parece que todo fue ayer....