Me solidarizo con Marta del Castillo y por su familia que lleva luchando estos últimos años para tratar de aclarar el asesinato de su hija y saber al menos dónde está su cuerpo para poder llevarle unos flores.
La pandilla que la rodeó en sus últimas horas se ha reído de todos, diciendo una versión hoy y otra mañana. Ahora, se ha dictado sentencia y parece ser que sólo hay un culpable. A mí me parece que no ha actuado solito. Creo que los que han salido absueltos no podrán dormir tranquilos nunca más.
Desde aquí un beso para Marta (allá donde estés) y para su familia que estoy segura seguirá al pie del cañón para saber algún día toda la VERDAD.