Durante los días que pasamos en Torrelavega, mi prima me mostró fotos de tiempos pasados. Me encontré con una que ni siquiera había visto nunca.
Se trata de una hermana de mi madre. En esta imagen, deteriorada por el tiempo, la veo sonriente, feliz, sin saber que se iría pronto de este mundo. Murió con 19 años y pienso que esta foto quizás fue la última.
Ella está a la izquierda. Se llamaba Carmen (Carmiña para todos) y dicen que era buena, guapa y cariñosa. Montones de veces me ha referido mi madre lo que sufrieron todos con su pérdida.
Creo que se merece un recuerdo y ya que tengo su foto en mis manos, le dedico el beso que nunca le he podido dar.
Amalia, le foto antiche sono belle, piene di ricordi, di tenerezza e di nostalgia. Tua zia era davvero bella, peccato che sia morta a soli 19 anni. Questo ci fa capire quanto siamo piccoli e fragili e quante cose della vita non riusciamo a comprendere....
ResponderEliminarUn beso
Martina,gracias. A mí me da pena. Tampoco conocí a mis abuelos y un hermano de mi padre falleció con 28 años. En fin, la vida es así. Un gran beso.
ResponderEliminarMe impresionan mucho estas historias, aunque sólo sean apuntadas, como haces tú. La muerte es el misterio de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rafael, un gran misterio. Me gusta la frase que dices. Un beso.
ResponderEliminar