ANIMALES INOCENTES

Siempre me han gustado los animales y no puedo evitar llenarme de indignación cada vez que me entero de algún caso de maltrato. La noticia publicada estos días en relación con un joven de Lugo que dejó morir de hambre a su ganado, me produce una gran tristeza. Por si fuera poco, los dejó abandonados y atados con lo cual tenían su fin asegurado,sin darles siquiera una oportunidad de poder luchar por sobrevivir. Los tenía en la nave de una finca que ni tan siquiera era de su propiedad,por lo que el delito es doble. Se supone que los instintos de todo ser humano deberían de ser buenos y nunca tendrían que suceder casos como este. Cuando veo a veces a mi mascotita temblar, la acaricio y mimo porque sé que son agradecidos y leales y que, si hemos elegido tenerla con nosotros, es para cuidarla con esmero hasta su final. Los animales se merecen bondad y ternura.