Es muy normal en la actualidad acostumbrar a llamar anciano a una persona que cumple sesenta años. Hasta hace unos años se permanecía activo en el trabajo hasta la edad de sesenta y cinco años (e incluso alguno más). Ultimamente, con esto de las prejubilaciones, se abandona la vida laboral bastante joven, cosa que, por otro lado, no me parece mal pues en el caso de que alguien se encuentre a disgusto y le suponga un gran esfuerzo tener que acudir a su tarea día a día , el cese representa una total liberación. Sin embargo, hay un buen número de personas capaces de desarrollar su trabajo brillantemente,aunque hayan llegado a los sesenta,y que todavía pueden dar "sopas con ondas" a muchos jovencitos. La experienca y la práctica sólo se consigue con los años. Muchas recién casadas (no todas) no saben freir un huevo pero, al cabo del tiempo son las reinas de la cocina. Hay periodistas, escritores, actores, médicos...que tienen más de sesenta años y hay que ver cómo realizan su labor. De las personas "mayores" se puede aprender mucho. Recuerdo hace unos años, retirando dinero en un banco,el cajero, de mediana edad, contó los billetes a velocidad de relámpago y con una gran seguridad. En otra de las ocasiones, el cajero era un chico joven y contó los billetes dos ó tres veces. Ahora ya tiene las maquinas que les ayudan. Es evidente que todos tenemos que empezar e ir aprendiendo y que hemos pasado por lo mismo en un principio. Pero una cosa es ser "veterano" y otra muy distinta "anciano".
Y yo te doy la razón en todo, vamos, que estoy totalmente de acuerdo. Quién no vió en alguna ocasión una foto antigua de un escritor,periodísta, maestro o abuelo/la, de 40 años de edad, con aquellos bigotes, peinados o cortes de pelo que les hacían mayorcisimos, esos si que parecian ancianos. Ahora alguno con sesenta años o más hacen senderismo y dejan atrás a los muchachos, que , como sabemos, echan el humo de una sola vez sin reservar energía por si acaso. País ay ay ay.
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