Ayer descubrí un paraíso que,hasta entonces, no conocía. Hicimos un viaje a Taramundi,precioso lugar que se encuentra en la frontera con Galicia. Su gran belleza me dejó deslumbrada. Cualquier pintor sería feliz plasmando en sus lienzos tan maravillosos paisajes. Un verde que te llena los ojos de luz y que te transmite una gran serenidad. Nunca olvidaré la calma que sentí cuando, tomando una cervecita en la cafetería de su famoso hotel, tan antiguo, tan encantador, pude contemplar su lindeza a través de una ventanita que estaba situada cerca de una mesa redonda. Pensé que sería estupendo estar allí, meditando tranquilamente, sin prisas, leyendo o manejando el ordenador. No sé, quizá escuchando una bonita música, arropada por ese olor a hierba y esa arboleda fantástica. Más tarde, creció mi entusiasmo al visitar Teixois,una deliciosa aldeita a unos 4 kilómetros de Taramundi. Allí comimos en un pequeño restaurante lleno de encanto... ¡¡qué rica la sidrina y la fabada!!. ¡¡Qué sabrosos los quesos y el cordero!!...¡¡Y el arroz con leche...!! Bueno, un día es un día... Para el recuerdo por siempre. ¡¡Gracias Miguelito porque has dado en la diana!!... Tienes un gusto excelente.
Que bonito, que bonito. Es la segunda vez que voy y pienso ir la tercera. Estos pueblecitos son los que tenemos que visitar, son las joyas de Asturias, Galicia, España. Tampoco desmerecen sus productos, embutidos de ciervo, jabalí, varias clases de quesos y rica miel.
ResponderEliminarHay que ver, y yo que pensaba que mi padre me iba a cortar la cabeza por "estropearle" el coche y por conducir tan mal, jujuju.
ResponderEliminarPero al final ha valido la pena. Os recuerdo el lugar donde tomamos el café porque tiene página web en: www.asveigas.com
saludotes y ya volveremos para tomar una tortillita de cabrales...
eso si, no conduzco yo. ;)