En estos tiempos en los que estamos atravesando una crisis importante, resulta curioso que algunas cadenas de televisión dediquen programas en los que aparecen una serie de personas alardeando de poseer una considerable fortuna. En uno de ellos, una aristócrata nos deleita abriendo sus armarios roperos y enseñándonos un sinfín de modelitos realizados por los más afamados modistos de alta costura. Según dice, su gran colección de vestuario está valorada en un buen lote de euros, pero se siente muy feliz de poseer creaciones de todos los "grandes ".
En otra ocasión, aparecen dos amigas que se divierten un montón cuando van juntitas de compras recorriendo los establecimientos más selectos de la capital y adquiriendo vestiditos por la tontería de unos mil euros cada uno aunque, claro, dice el vendedor que al tratarse de excelentes clientes, siempre les hace una rebajita. La persona que realiza tan cultural reportaje, les pregunta si se sienten felices de no tener que pagar hipoteca. Entonces una de ellas responde:"Estoy encantada, porque al no tener que pagar ninguna, me gasto ese dinero en las cosas que me gustan". A continuación, visitan una joyería y se enamoran de unas sortijas preciosas que cuestan 70.000 euros cada una. Una de las "afortunadas" comenta:" Como las dos me gustan, mañana vengo y me las llevo"....
Entonces pienso en el pobre negrito que siempre me saluda al entrar en el "super", en la niña rubita que quería esa linda muñeca para el Día de Reyes y no pudo ser, en el hambre y pobreza del mundo, en el dinero que hace falta para investigar enfermedades, en tantas y tantas cosas que, sin poder evitarlo, me pongo a llorar.No sé si de pena o de indignación. ¡¡Mundo cruel!.
Qué razón tienes. Al igual que el título de la película, La Vida es Bella, pero también puede ser una cabronada, es injusta total, por lo que le da bienes a algunas personas que no se lo merecen, y que además no dan palo al agua viviendo a costa de sus maridos, empresario y millonarios.
ResponderEliminarAmalia, ni se te ocurra echar una lágrima por un programa así. Que no me entere yo. Guárdalas para "¡Qué bello es vivir!" o "Sonrisas y Lágrimas".
ResponderEliminarLo mejor en estos casos, cambiar de canal o coger un libro, que para petardos ya tenemos los de las fallas.
Un fuerte abrazo.
Rafael, tienes toda la razón. Para evitar esos "rolletes", ahora sólo vemos películas. Por cierto, las que nombras me encantan. Son inolvidables. Gracias y un beso.
ResponderEliminarParadela, habrá que mirar el lado positivo de la vida y conformarnos con lo que tenemos. Un abrazo.
ResponderEliminarAmalia, nel mondo ci sono tantissime cose che non riusciamo a capire, come l'estrema povertà di alcuni e la grandissima ricchezza di altri. E siccome non possiamo cambiare tutto il mondo, il bene che riusciamo a fare a tutte le persone che ci stanno accanto, servirà a cambiarne un pezzettino!
ResponderEliminarUn forte abbraccio
Podemos colaborar con nuestro granito de arena a que todos seamos un poquito más felices.El mundo es así. Un beso, Martina.
ResponderEliminarDichosa tú que te indignas, porque la mayoría solo mira la tele y envidia a los ricos mientras a los pobres ni los ven.
ResponderEliminarUn beso.
Dichosa tú que te indignas, porque la mayoría solo mira la tele y envidia a los ricos mientras a los pobres ni los ven.
ResponderEliminarUn beso.
Juan Ignacio, la tele casi no merece la pena verla.Mejor buenas películas. La pobreza es un mal que tiene difícil solución.
ResponderEliminar¡¡Bienvenido y un beso!!