Nacido en Moguer (Huelva) en 1881 y fallecido en San Juan de Puerto Rico en 1958, su obra "PLATERO Y YO" ha sido uno de los libros de la literatura de España más vendidos, después de "EL QUIJOTE".
Se casó muy enamorado con Zenobia Camprubí a la cual prometió dedicarle un libro de poemas. Cumplió su promesa escribiendo "Diario de un poeta recién casado".
En 1936, al estallar la guerra civil española, realizaron una hermosa labor de acogida de niños huérfanos. Se trasladaron a Washington , dejando sus ahorros para poder seguir atendiendo las necesidades de los niños. Allí sería el agregado cultural de la Embajada de España.
Neurasténico, enfermizo y maniático, sufrió varios episodios de crisis depresivas teniendo que permanecer ingresado en múltiples ocasiones. En una de sus estancias en el Sanatorio del Rosario de Madrid, organizó en su habitación reuniones a las cuales asistieron, entre otros, Machado, Valle-Inclán y Benavente.
En el año 1929, Dalí y Buñuel le escribieron:
"Nos creemos en el deber de decirle que su obra nos repugna profundamente por inmoral, por histérica, por arbitraria. Especialmente, ¡Merde! para su Platero y yo".
Juan Ramón, entre otras cosas, les respondió:
"Estoy completamente de acuerdo con ustedes. Cuanto yo he publicado hasta el día no tiene valor alguno. Ustedes son, además de unos surrealistas,unos majaderos y unos cobardes (...) ni siquiera saben ustedes ponerse a hacer en español sus más imperiosas necesidades, porque para mí Merde no es nada".
El años 1956 fue muy significativo en su vida. Le fue concedido el Premio Nobel de Literatura y, a los tres días, falleció su querida Zenobia. El se fue para siempre en 1958, en Puerto Rico.
Un gran recuerdo para nuestro·"Andaluz Universal".
EL VIAJE DEFINITIVO
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Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincon de aquel mi huerto florido y encalado,
mi espiritu errará, nostalgico.
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando
Un gran escritor y un gran recuerdo tuyo hacia el muy bien elaborado. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias, era un gran poeta.
ResponderEliminarPrecioso. Un alma sensible es un alma vulnerable, es lo que sucedía a Juan Ramón Jiménez.
ResponderEliminar(Amalia, tengo que colgar los comentarios desde el ordenador de mi hermana, porque el mío no supera los filtros de tu blog. Lo digo por su pudieras eliminar la verificación por palabras).
Un abrazo.
Esta tarde intentaré hacerlo. Espero conseguirlo. Gracias,Rafael. Un beso.
ResponderEliminarUn grande poeta dall'animo molto sensibile! Credo che quando la vita di una persona viene tormentata da tanti afflizioni, se questa persona possiede un'anima pura, cristallina, allora diventerà un grande poeta. Un forte abbraccio
ResponderEliminarMartina, era un poeta muy grande,aunque atormentado en su vida interior por su carácter depresivo. Un beso. ¿Qué tal sigue tu padre?.
ResponderEliminarAmalia, la bella notizia è di questi ultimi giorni, finalmente mio padre riesce a mangiare e sta meglio! Spero prosegua così. Ti ringrazio dell'affetto e della vicinanza. Un beso
ResponderEliminarEstupenda noticia,Martina. Me alegro de corazón. Un beso y que todo siga así de bien.
ResponderEliminarYo siempre paraba en la estación de Dos hermanas (sevilla) con el tren. Allí hay en un mármol un poema grabado de Juan Ramón Jimenez, de una parada que hizo en el tren allí cuando se iba a América a casarse con Zenobia. Que grande era.
ResponderEliminarUno de los mejores. Tenemos grandes poetas de los que sentirnos orgullosos.
ResponderEliminarUn besiños,Miguelito.