Un anciano que tiene dolores muy fuertes debido a la grave enfermedad que padece. Su familia le lleva a urgencias y, una vez allí, le sientan en un sillón para tenerlo en observación. Al día siguiente, a la misma hora, sigue en el mismo lugar, en el mismo "asiento de observación". Piden explicaciones y les dicen que hay falta de camas, crísis, recortes...
Esta es una historia que leo hoy en un diario y me entra una pena grande. ¿En qué manos estamos?... Es bien cierto que el enfermo necesita atención ,un trato humanitario y una dedicación especial que es la que se espera de personas que han elegido esta profesión de la medicina. Pienso que deberían de tomar medidas para evitar estos casos. Los recortes en cuestiones de salud no son buenos. Menos gastos inútiles y más hospitales.
Mi madre, se murió en ese servicio, dos días después de haber ingresado. No la subieron a planta, no había camas, y, al día de hoy, te puedo jurar que no sé a ciencia cierta de que se murió. A veces, me parece que a las ancianas/os no les hacen ni caso. Suerte tienen aquellas personas que muestran su agradecimento públicamente. Yo no pude hacerlo porque no tenía nada que agradecer..
ResponderEliminarEs una gran pena, pero a veces suceden estas cosas. Habría que resolver este tipo de problemas, de falta de camas. Un beso
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