Alegría y fiesta. La Pradera de San Isidro se llena para recordar a su patrón. Este es el festejo más importante de este Madrid al que siempre querré. El momento de bailar un chotis bien agarraditos y deleitarse con las típicas rosquillas: las tontas, las listas... todas bien ricas. El sonido del organillo, la bisera ladeada,el clavel reventón... ¡¡Viva Madrid, ahí es "ná"!!...
pues a disfrutar del san isidro!! pero ojo con con las rosquillas, eh??
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