BLA,BLA,BLAAAAAAAA

Me encuentro esperando pacientemente mi turno en una tienda de telefonía. El dependiente atiende correctamente a la persona que tengo delante. Le entrega un catágolo y le dice que en el mismo puede encontrar lo que desea. El señor se pone a pasar las hojas tranquilamente y a repetir,una y otra vez, la misma frase: "Es que yo no quiero intenernet". Le explican que,de esa manera, el producto le sale más caro. Vuelve a repetir: "Es que a mí internet no me interesa"...Y dale, así hasta por lo menos diez o doce veces. Mientras, se va acumulando la gente y este buen hombre sigue diciendo que se lo va a pensar. Y digo yo: ¿No lo puede meditar fuera de la tienda, tranquilamente en su casita?. Más que nada porque, así, también los demás podemos ser atendidos y porque estamos cansados de que pasen los minutos y siga diciendo lo mismo.

Consulta del médico. Va a ser ya mi turno. Pero,entonces, el paciente que va a salir alarga su visita. Tiene muchas dudas.Le oigo que repite, una y otra vez; Entonces,tomo un comprimido tres veces al día y dentro de un mes, vuelvo a verle". El Doctor, armado de grandes dosis de paciencia le responde que sí. Insiste de nuevo: "Un comprimido tres veces al día y vuelvo al cabo de un mes..." Siento que mis piernas tiemblan. Me entran unos deseos enormes de irrumpir en el despacho y gritar: "Se toma tres comprimidos y vuelve...co......"

Grandes almacenes. Estoy comprando un artículo. Repentinamente, se acerca el pesado de turno. Dice: "Mire, sólo es una pregunta....." Y se tira cinco minutos con el vendedor sin pensar que me estaba atendiendo a mí.

En una oficina cualquiera. Estoy haciendo una gestión y me están atendiendo personalmente. De repente,suena el teléfono. Me toca esperar minutos y minutos porque,según parece, tiene preferencia la llamada antes que la atención personalizada.

¡¡Estoy cansada de todo este comportamiento abusivo y falto de delicadeza!!... Cualquier día me pongo muy enfadada y pido el libro de reclamaciones....